Canta y la impresionante Cordillera de la Viuda
(Duración: 2 días)
Recorrer la cordillera de la viuda es adentrarse en una impresionante cadena montañosa que forma parte de los andes centrales, se encuentra colmada de hermosos paisajes naturales adornados por nevados y lagunas. Una experiencia inolvidable.
¿Cómo llegar a Canta?
Partimos desde Lima y nos dirigimos hacia el norte. Al final de la Av. Túpac Amaru (Comas) llegamos al inicio de la carretera hacia Canta (20A). A esta altura se encuentran los últimos grifos de la ruta, asegúrate de tener suficiente combustible. Al ser un viaje corto con el tanque lleno basta para ir y volver.
Conforme avanzamos el paisaje va embelleciéndose, haciéndonos pensar que sólo la ruta hace que valga la pena el viaje. En el camino pasamos por algunos pueblos como Chocas, Yangas, Santa Rosa de Quives y Yaso. Finalmente llegamos a Canta.
Adentrándonos en la Cordillera de la Viuda
Llegamos al pueblo de Canta y seguimos de largo por la carretera, más tarde regresaríamos para acampar, pero queríamos aprovechar que era temprano e ir a visitar las lagunas que son el principal atractivo de la zona. Aproximadamente una hora y media después, comenzamos a encontrarnos con las primeras lagunas; las más conocidas y hermosas son: Chunchun, La viuda y Calancayo (7 colores). No nos conformamos y seguimos adelante a ver que más podíamos encontrar, motivados también por los nevados que se asomaban a lo lejos. Un poco más allá de este punto el trayecto se vuelve solamente vía afinada y trocha.
Casi una hora después y sin darnos cuenta de que acabábamos de ingresar al departamento de Junín, pasamos el abra de la Viuda y nos encontramos con una bifurcación en la vía. Decidimos continuar por la izquierda porque a lo lejos se podía apreciar el nevado Alcoy. Este camino lleva a Cerro de Pasco y el desvío hacia la derecha lleva a la inmensa laguna Marcapomacocha y al poblado del mismo nombre. En ese momento no teníamos una idea exacta de donde estábamos porque en realidad no habíamos planificado llegar tan lejos, además de que no había señal de celular y no cargaban los mapas. Pasamos cerca de un conjunto de lagunas que se encuentran en las faldas del nevado Alcoy conocidas como lagunas Parionacocha o 3 compuertas. Nos detuvimos un poco más allá en la hermosa y colorida laguna Cauquis Machay. Estuvimos ahí aproximadamente 20 minutos cautivados por la belleza y tranquilidad del lugar, hasta que el intenso frío y la altura de más de 4600 m.s.n.m. comenzaron a afectarnos, así que decidimos no ir más allá y regresar.
Obrajillo: naturaleza y tranquilidad
De vuelta en Canta, tomamos el desvío hacía Obrajillo y 15 minutos después llegamos finalmente al pueblo. Muy cerca de su plaza principal y antes del puente que cruza el río Chillón, encontramos alojamientos y restaurantes campestres. La trucha es el ingrediente principal en su gastronomía, también destaca la exquisita pachamanca.
Seguimos hacia la mano derecha por la vía que está cruzando el puente y encontramos el acceso a la catarata de Lucle, la cual está ubicada en una propiedad privada. Se debe pagar una tarifa de ingreso por persona, por auto y por derecho para acampar. La zona de camping está entre las faldas de la catarata y el río; la calma de la zona, el hermoso paisaje y el sonido del agua son muy relajantes. A lo lejos y en lo alto de las montañas se pueden divisar algunas otras cataratas.
La noche ahí fue muy fría, llegando a los cero grados durante la madrugada, por eso debemos tener muy presente la recomendación de llevar mucho abrigo y una buena carpa. La zona de camping no cuenta con luz artificial, salvo por la pequeña central hidroeléctrica que se encuentra a unos 200 metros y tiene luces alrededor.
Mirador de San Miguel
Apenas amaneció partimos rumbo al mirador de San Miguel. Para llegar debemos continuar por el camino que nos llevó a la entrada de la catarata, son sólo un par de kilómetros de trocha cuya pendiente no es muy pronunciada; se puede llegar en media hora a pie, o en 10 minutos en carro. Finalmente partimos del mirador hacia Obrajillo para tomar la ruta de regreso a Lima. En el camino hicimos una última parada en el pueblo de Santa Rosa de Quives y visitamos la famosa ermita de Santa Rosa.
Cosas que no debes olvidar en tu viaje a Canta
- Bloqueador y repelente.
- Mucho abrigo (para las zonas altas y la noche).
- Una buena carpa y sleeping si decides acampar.
- Llevar dinero en efectivo necesario (de preferencia monedas), una vez fuera de Lima no hay cajeros automáticos en la ruta.
- En este itinerario visitamos algunas zonas que sobrepasan los 4600 m.s.n.m. te recomiendo que visites nuestro artículo sobre como prevenir el mal de altura.
Con esto finaliza nuestra reseña de viaje. Por favor déjanos un comentario si te gustó esta experiencia o si necesitas más información.
Toda la información que encontrarás en este blog es puramente mi experiencia personal de viajero, no tengo ningún vínculo o relación comercial con ningún lugar visitado.