Reserva Paisajística Nor Yauyos-Cochas: Huancaya y Vilca

(Duración: 2 días)

En las alturas de la sierra limeña encontramos dos paraísos naturales que forman parte de la reserva paisajística Nor Yauyos-Cochas. Huancaya y Vilca ofrecen a sus visitantes paisajes espectaculares y experiencias vivenciales únicas.

¡Esta es una aventura que no se pueden perder!, en sólo 2 días pueden conocer uno de los lugares más bellos e impresionantes del Perú. El viaje desde la ciudad de Lima dura aproximadamente 7 horas y se puede realizar en cualquier momento del año, pero si quieren evitar las lluvias la mejor época es entre abril y diciembre.

¿Cómo llegar a Huancaya?

Desde la ciudad de Lima existen 2 rutas, una por la carretera central y otra por la Panamericana Sur. En nuestro caso elegimos la segunda opción, es más larga en distancia pero desde nuestro punto y hora de partida nos pareció mejor para evitar el tráfico. Seguimos esta vía hasta la salida de Cerro Azul y continuamos por la antigua Panamericana. Dejamos atrás San Vicente de Cañete e Imperial y tomamos la carretera Cañete-Yauyos, la cual seguimos por más de 5 horas hasta el último desvío en el poblado de Alis, aquí comienza una trocha de 15 kilómetros (carretera 120) que nos lleva finalmente a nuestro destino. A continuación el mapa de la ruta con algunos lugares que no pueden dejar de visitar:

Sin lugar a dudas, es una experiencia en la que se puede decir que hasta la ruta hace que valga la pena el viaje, a partir de Lunahuaná es una sucesión interminable de impresionantes paisajes que van mejorando conforme avanzamos; los pintorescos y acogedores pueblos tampoco se quedan atrás. Por eso les recomiendo que traten de hacer el viaje de día, o por lo menos el camino de retorno para que no se lo pierdan.

¿Dónde hospedarse?

Llegamos a Huancaya de noche, directo al hospedaje «Brisas de Mayo» que está ubicado a un par de calles de la plaza. Las habitaciones son muy sencillas, pero tienen las comodidades básicas como TV y agua caliente. Lo que más nos gustó de este lugar es que la habitación tenía vista al río en una zona de cascadas.

Si lo tuyo es acampar también encontrarás áreas de camping. No olvides llevar una buena carpa, sleepings y mucho abrigo. Como ya lo comentamos las noches son muy frías.

¿Qué podemos visitar en Huancaya?

El paisaje de Huancaya es uno de los más bellos de toda la reserva, en la zona del río que bordea al pueblo se concentran hermosas cascadas, también encontramos algunos puentes de estilo colonial.

Seguimos río arriba por la trocha que lleva hacia el Pueblo de Vilca y a tres kilómetros el mirador de Carhuayno nos ofrece una espectacular vista, aunque bien podríamos decir que todo este camino es un gran mirador en donde se puede apreciar un sin fin de hermosas cascadas, enormes lagunas y hasta la andenería que decora las montañas. Un poco más allá encontramos la laguna Huallhua que es una de las más visitadas y de más fácil acceso, aquí se pueden realizar paseos en bote y pescar.

Más adelante llegamos a Vilca, cuyo río al igual que en Huancaya nos sorprende con sus hermosas cascadas, también podemos cruzar este pequeño pueblo y realizar una caminata hacia el mirador Cantagallo y a la laguna Papacochas. En el camino a esta laguna encontramos al frondoso «bosque del amor», el cual es atravesado por las aguas del río que van descendiendo. A lo lejos se puede apreciar la cima del nevado Pariacaca.

¿Dónde comer?

En cualquiera de los pueblos de la reserva encontramos pequeños restaurantes en donde se come como en casa, la trucha es el plato principal. En la ruta también pueden aprovechar y hacer algunas paradas para comer, por ejemplo en Lunahuaná hay una muy variada oferta gastronómica.

Cosas que no deben olvidar y recomendaciones

• Protector solar.
• Mucho abrigo, las noches son realmente heladas.
• Unas buenas zapatillas y gorro si van a hacer caminatas. Recuerden que en algunos puntos sobrepasamos los 4000 m.s.n.m., tómenlo con calma y no se exijan demasiado. Haz click aquí, para conocer algunos consejos de como prevenir los males de altura.
• Llenar el tanque del carro y llevar una galonera con un poco de combustible adicional. Pasando Lunahuaná ya no hay grifos, sólo encontrarán en algunos pueblos personas que venden gasolina en sus casas o en tiendas, pero no siempre estarán atendiendo.
• En la ruta tenemos tramos largos de trocha, lo ideal es hacer el viaje en un carro que tenga buena suspensión o en una camioneta.